A pesar de que organismos como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) y algunos líderes mundiales han celebrado el reconocimiento de los grupos indígenas como guardianes de los bosques y selvas del mundo; la realidad indica que, fuera de las conferencias mundiales y las buenas intenciones, las y los activistas a favor del medio ambiente continúan siendo amedrentados.
El caso más reciente es el de Irma Galindo Barrios, una de las principales defensoras de los bosques de la mixteca de Oaxaca, quien desde el pasado 27 de octubre se encuentra desaparecida. Esto en medio de la violencia desatada por grupos que buscan el control de dichas zonas, la cual ha llevado a una situación de desplazamiento de las comunidades nativas.
De acuerdo con medios locales, la desaparición de Irma Galindo fue reportada luego de haber sido vista por última vez en Atatlahuca, municipio de Oaxaca, donde el pasado 23 de octubre un grupo armado agredió a los habitantes de las comunidades de Guerrero Grande y Mier y Terán, dejando un saldo de cinco personas muertas y el incendio de varias viviendas.
Por su parte, la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México, informó que el último avistamiento de la defensora fue, precisamente, en la comunidad de Mier y Terán. Ahí, la activista denunció el conflicto que vive actualmente el pueblo Ñuu Savi, haciendo especial énfasis en el desplazamiento forzado, el cual, acusó, es responsabilidad de las propias autoridades del estado.
“Sólo le creen sus mentiras al presidente municipal, les envían recursos que usan para comprar armas y matarnos, y si hay organizaciones o colectivos que quieren ayudarnos también los criminalizan, los amenazan, los hostigan y los condicionan. ¿A dónde iremos a parar? ¿Qué sigue?”, escribió en su última publicación de Facebook.
Es importante mencionar que Irma Galindo ya había recibido amenazas por su labor en la defensa de los bosques de la mixteca de Oaxaca. Y es que en 2019, se reportó el desconocimiento del paradero de la activista, pero gracias a la coordinación entre otras defensoras y la sociedad civil, se logró su localización.
Desde entonces, ella solicitó la protección de los mecanismos del gobierno para salvaguardar su integridad. No obstante, aunque este año fue designada como beneficiaria del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, ésta nunca le fue otorgada.