Tras concluir cómputos distritales, estos tres partidos perderían su registro al no lograr un tres por ciento de la votación.
FUERZA POR MÉXICO
El partido, creado por Pedro Haces, líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), logró sólo el 2.4 por ciento de la votación.
Afín a la 4T, Fuerza por México consiguió su registro luego que el Tribunal Electoral federal desestimó una “injerencia gremial”.
El Instituto Nacional Electoral (INE) había determinado que, en el proceso para reunir los requisitos para ser partido político, hubo una intervención de la CATEM. Sin embargo, en su proyecto de sentencia, que fue avalado por unanimidad, el Magistrado ponente, Felipe Fuentes, echó abajo ese argumento.
“No somos un satélite de Morena, lo que nos une es Andrés Manuel López Obrador porque pensamos que al Presidente le hace falta una fuerza política”, aseguró el dirigente nacional Gerardo Islas.
REDES SOCIALES PROGRESISTAS
El partido obtuvo el 1.7 por ciento de la votación.
El INE le había negado el registro, pero el Tribunal Electoral federal se lo otorgó pese a la intervención de afiliados y dirigentes del SNTE en la organización, así como aportaciones no aclaradas suficientemente y dádivas en algunos actos.
Redes Sociales Progresistas es dirigido por Fernando González, yerno de la maestra Elba Esther Gordillo.
En las elecciones armó una lista de candidatos con actores como Alfredo Adame, luchadores como Tinieblas y miembros de la familia de Gordillo, como su hija Maricruz Montelongo Gordillo y su nieto René Fujiwara Montelongo.
PARTIDO ENCUENTRO SOLIDARIO
Aunque el INE y el Tribunal Electoral acreditaron la participación de ministros de culto en sus asambleas, lo cual está prohibido por la ley, el PES logró entrar a la contienda.
Este partido es una nueva versión del extinto Encuentro Social, que perdió su registro en 2018 luego de no alcanzar en las elecciones federales el 3 por ciento de la votación válida.
En los comicios del pasado 6 de junio, el PES, liderado por Hugo Eric Flores, obtuvo 2.7 por ciento de la votación.
Su campaña se basó en parte en busca del voto más conservador con spots en contra del aborto y de la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo.