Por primera vez en la historia, la mezcla mexicana de exportación cotizó en terreno negativo, al cerrar la jornada en -2.37 dólares por barril, en comparación con 14.35 dólares que costó el viernes pasado, una caída de 16.72 dólares o 116.52%, la más grande desde que se tienen registros.
La cotización del crudo nacional estuvo ligada a los referentes internacionales, pues a un día de que finalice el contrato de futuros del West Texas Intermediate (WTI) de Estados Unidos, su precio se hundió 305.97%, cotizando en -37 dólares por barril.
La baja demanda causada por las medidas de confinamiento ante el COVID-19 ha provocado una situación excepcional en la que la capacidad de almacenamiento de crudo en Cushing, Oklahoma, principal centro de operación y distribución en Estados Unidos, se encuentra al límite.
Ante esta situación, los inversionistas han trasladado sus posiciones para el contrato con vencimiento en junio, ya que nadie quiere recibir la entrega, lo que dejó al mercado con mucha volatilidad e incertidumbre a pesar de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) acordó una reducción en su producción de junio.
Para los siguientes meses, se espera que el precio repunte moderadamente debido a que en Estados Unidos, la Comisión de Ferrocarriles de Texas, institución que regula a la industria del petróleo y gas en el estado, podría limitar esta semana la producción de crudo en la región.
Por su parte, la mezcla Brent del Mar del Norte en Europa cerró la sesión con una pérdida de 7.69%, cotizando en 25.92 dólares por barril.
La mezcla mexicana comenzó 2020 a un precio de 56.14 dólares por barril.