Ante la pandemia de COVID-19, el Instituto Nacional de Migración (INM) vació las estaciones y estancias provisionales del país.
La dependencia informó que en marzo pasado retuvo a 3 759 personas en los 65 inmuebles que administra, pero esos lugares solo albergan a 106.
"Con el diálogo permanente del INM y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) se logró el retorno vía terrestre a Guatemala y vía aérea a Honduras y El Salvador de 3 653 nacionales de esos países", aseguró.
"Las organizaciones de asistencia para migrantes dependientes de asociaciones religiosas, como la iglesia católica y las iglesias cristianas evangélicas, han apoyado en el alojamiento de más de un centenar de ellas en sus albergues".
En un comunicado, el INM indicó que la medida se tomó con base en las recomendaciones sanitarias de autoridades mexicanas y de organismos nacionales e internacionales sobre la protección de los derechos humanos.
El cierre fronterizo de Guatemala, Honduras y El Salvador, agregó, retrasó los retornos asistidos, como llama a las deportaciones: "Este cierre de fronteras ocasionó incidentes como el registrado, lamentablemente, en la Estación Migratoria de Tenosique, Tabasco, donde se provocó un incendio en el que falleció una persona migrante", recordó. "Por estos hechos, el Ministerio Público consignó ante un Juez de Control, como responsables, a cuatro personas de nacionalidad hondureña".
El INM también aseguró que ha atendido cada resolución judicial que le obligaba a liberar a migrantes retenidos en sus estaciones, por lo que, ahora, quien desee albergarse en esas instalaciones tendrá que ponerlo de manifiesto por escrito.