El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha redoblado su apuesta para defender la reforma eléctrica, el plan estrella de esta Administración, a horas de la reunión trilateral entre Estados Unidos, México y Canadá.
Este miércoles el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, indicó que la reforma del 2013 de Peña Nieto estableció una “pedacería” de la CFE.
“Con el sistema de Peña Nieto se condena a la CFE a la desaparición en unos cuantos años, qué iba a quedar de la CFE con esta separación, nada”. El equipo jurídico de la empresa paraestatal y del Ejecutivo han cerrado filas con la narrativa del Ejecutivo insistiendo en que la nueva propuesta —que prioriza el despacho de las centrales eléctricas estatales en detrimento de las privadas— es compatible y congruente con los principios del TMEC.
El director de la CFE insistió que la reforma eléctrica no es un retroceso a los años setenta, como han mencionado sus críticos y afirmó que en el cambio normativo de Peña Nieto, en 2013, también se cancelaron los contratos y permisos en ese entonces vigentes.
Frente al rechazo que ha surgido por la iniciativa de desaparecer a los órganos autónomos como la Comisión Reguladora de Energía, el directivo aseguró que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) ha “desmantelado” las funciones del Estado mexicano.