La consulta ciudadana realizada el pasado domingo entre las comunidades indígenas por las que transitará el Tren Maya no fue la única ni la última, pues el Gobierno federal prevé que, durante la construcción de la obra, surjan más conflictos locales, mismos que pretende resolver mediante más consultas.
Así lo informó Adelfo Regino, director del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), que es la instancia rectora de dichas consultas a las comunidades maya, chol, tzetzal, tzeltal y tzotzil, entre otras, ubicadas en los cincos estados de la Península que conforman la ruta del tren.
El funcionario precisó que en la consulta del domingo se aprobó "en lo general" la construcción del megaproyecto; sin embargo, dijo que también se avaló un protocolo en el que se prevé la realización de "consultas específicas" para los tramos en los que no se cuente con el derecho de vía del tren y se tengan que realizar obras que afecten a las comunidades.
"Hay la debida garantía de que será respetado este derecho de vía y que no será dañada la integridad territorial y cultural de nuestros pueblos, de nuestras comunidades", dijo en entrevista en Palacio Nacional.
"Y en el protocolo ha quedado establecido que, si hubiera alguna afectación específica en algún tramo, pues también se va a hacer una consulta específica, ya muy concreta, en la comunidad, el ejido en donde se pudiera eventualmente presentar alguna eventualidad de esta naturaleza".
Regino indicó que los tramos entre Palenque, Tenosique, Escárcega, Campeche, Mérida y Valladolid sólo se realizarán trabajos de reconstrucción de la vía férrea, sin causar mayores afectaciones.
Y en los tramos donde no haya derecho de vía del tren, se utilizará el derecho de vía carretera, precisó.
"La decisión del Gobierno ha sido abrir este proceso de consulta, ya lo hicimos con relación al programa en general, y donde se presente alguna cuestión específica, nosotros estaremos muy atentos para entablar un proceso de diálogo y consulta con las comunidades de referencia. Serán consultas más específicas. No sabemos (cuántas consultas más habrá), eso depende del proceso de implementación de la obra, eso es un tema que nosotros estaremos muy atentos y es un tema que las propias comunidades irán planteando", comentó.
"Donde ya hay derechos de vía no creo que haya ningún problema, y en el caso donde no hay derechos de vía del tren, pues, lo que ha dicho el Presidente de la República y es la información que nosotros hemos vertido a las comunidades, es que se van a usar los derechos de vía de la carretera, entonces en ese sentido, desde la perspectiva jurídica, los derechos de vía ya están".
El director del INPI aseguró que la oposición al proyecto del tren no nace en las comunidades indígenas sino que proviene principalmente de organizaciones civiles; no obstante, se dijo respetuoso de sus puntos de vista en contra.
"No hay una oposición desde las comunidades, más bien lo que nosotros vemos es que son organizaciones sociales, algunas que tienen su sede, su trabajo, en la capital del país y en otras partes de México", precisó.
El funcionario destacó que, incluso, en la consulta del domingo algunas autoridades indígenas pidieron que las estaciones del tren fueran asentadas en sus regiones, a fin de impulsar la venta de sus artesanías o crear proyectos de ecoturismo.
"Parte del proceso ha sido incorporar las propuestas de las autoridades indígenas, ellos han dicho que quieren participar en el proyecto, algunos han planteado incluso que se abran estaciones en sus comunidades, esto va a ser atendido en el marco de programa de desarrollo del Tren Maya. También han planteado sus demandas relacionado con infraestructura básica, caminos, agua potable", detalló.