El uso del cigarrillo electrónico aumenta en personas que nunca han fumado, advirtió José Rogelio Pérez Padilla, responsable del Departamento de Investigación en Tabaquismos del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
Según la propia industria de los vapeadores, como se le conoce a este tipo de productos, a nivel mundial 7.3 millones de consumidores de cigarros tradicionales han cambiado a este tipo de dispositivos.
“Los fumadores han virado al cigarrillo electrónico y les ayuda porque se supone tienen menos elementos nocivos, pero se sabe que los que lo utilizan por primera vez muchas veces pasan al cigarro normal e incluso a otras drogas. En términos de salud pública, esto nos va a salir contraproducente”, destacó Pérez Padilla.
En el marco del Día Mundial Sin Tabaco, que se conmemora mañana 31 de mayo, el especialista comentó que tanto jóvenes como adultos fumadores consumen lo mismo electrónicos que los tradicionales.
De hecho, agregó, algunas compañías lo mismo fabrican el cigarro convencional que los vapeadores, lo que significa para ellas un negocio redondo.
Varios estudios científicos han demostrado el daño que causa a la salud fumar cigarros, por lo que en 2005 entró en vigor el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Control del Tabaco.
De ahí nacieron los espacios 100 por ciento libres de humo, el impuesto a los cigarros, restricciones a la publicidad de estos productos y otras acciones que para los expertos no han sido suficientes y deberían ser progresivas.
Cada año fallecen en el mundo más de ocho millones de personas a causa del cigarro, de ellas al menos 60 mil muertes ocurren en México. El tabaco es causa de cáncer, principalmente de pulmón, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, infertilidad y muerte prematura, entre otros daños a la salud.
Hace 13 años surgió el cigarrillo electrónico o vapeo, buscando posicionarse como una opción para dejar de fumar, pero también se ha convertido en la puerta de entrada para el consumo del cigarro de tabaco en jóvenes.
Se le vio como la amenaza a la industria tabacalera tradicional, sin embargo, con el tiempo se ha visto que intercambian o comparten consumidores, por lo que han terminado siendo aliados.
Algunos fumadores han migrado a esa nueva forma de dependencia de la nicotina, sólo que sin el humo del cigarro tradicional que es el que lleva al organismo y al medio ambiente más de 50 químicos cancerígenos.
NTX