El impacto económico de la violencia en México se elevó 10 por ciento en 2018, por lo que alcanzó 5.16 billones de pesos, lo que equivale a 24 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que la inversión que realiza en su sistema de justicia penal aún es insuficiente, informó el Instituto para la Economía y la Paz.
De acuerdo con la sexta edición del Índice de Paz México 2019, solo los costos relacionados con los homicidios representan 51 por ciento del impacto económico, además de que México únicamente tiene 3.5 jueces y magistrados por cada 100 mil habitantes, cuando el promedio global está en 16, lo que se traduce en que menos casos vayan a los tribunales.
El estudio consideró que en los tres estados con mayores mejoras en el Índice de Paz México 2019, son: Baja California Sur, Sinaloa y Sonora, donde los gobiernos pusieron en marcha programas específicamente creados para atender los retos locales que incorporaron mecanismos intergubernamentales con la participación de empresas y sociedad civil.
Se enfatizó que la corrupción permanece como una gran preocupación para muchos mexicanos, ya que en 2018 casi 70 por ciento creía que los jueces eran corruptos y más de 65 por ciento tenía la misma percepción de los agentes del Ministerio Público.
El documento agregó que es más probable que los hombres sean víctimas de homicidio, mientras que 44 por ciento de las mujeres informaron haber sufrido violencia por parte de su pareja en algún momento de su vida, además de que la violencia afecta más a los jóvenes que a los adultos.
Puntualizó que en 2018 el nivel de paz en México se deterioró 4.9 por ciento, en gran medida por el aumento de 14 por ciento en la tasa de homicidios, que pasó de 24 a 27 por cada 100 mil habitantes, por lo que fue "el peor año para la paz en México. Desde 2015, tres de los cinco indicadores se han deteriorado: homicidio, delitos con violencia y los cometidos con armas de fuego".
A esto se suman los 850 actos de violencia ocurridos contra políticos entre el 1 de septiembre de 2017 y el 31 de agosto de 2018, de los cuales 75 por ciento fueron de nivel municipal; 81 por ciento de los ataques se dirigieron a integrantes de partidos compitiendo desde la oposición, y de los 175 asesinatos registrados, el mayor número sucedió en Guerrero y Oaxaca.
Los periodistas fueron blanco de los crecientes índices de violencia que se registraron en 2017, cuando se presentaron 507 casos de agresión contra profesionales de la comunicación y hacia julio de 2018 ya se habían reportado 389 ataques, 40 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior.
El informe reveló que México es débil en varios pilares clave como: niveles de corrupción, funcionamiento del gobierno y libertad de los medios. La debilidad en estos pilares se manifiesta entre otras cosas con los ataques a políticos y periodistas, así como a los altos niveles de impunidad