Decenas de miles de personas han marchado este sábado en el centro de Roma para protestar contra el fascismo y pedir la ilegalización de movimientos surgidos de esa ideología, en una demostración de la fuerza de los sindicatos italianos, que se han alzado como "la nueva resistencia", una semana después de que la sede del mayor de ellos, la CGIL, sufriese un violento asalto a manos de militantes neofascistas.
"Hoy gracias a la unidad de los sindicatos, el país puede caminar unido para defender la Constitución y la democracia", ha dicho el secretario general de la CGIL, Maurizio Landini, ante los manifestantes, que han superado los 100 mil, según los sindicatos, aunque fuentes policiales han rebajado esa cifra hasta los 50 mil.
Tras un breve recorrido por el centro de Roma, la marcha, bajo el lema "Nunca más fascismos", ha llegado a la Plaza de San Giovanni, escenario de reivindicaciones emblemáticas, donde ondeaban cientos de banderas y globos de colores para dejar claro su carácter pacífico, en contraste con los violentos que asaltaron la sede de la CGIL.