Gracias a su naturaleza y atractivos turísticos, Veracruz es considerado como uno de los estados más privilegiados de todo el país.
Al estar ubicadas cerca del Golfo de México, las playas de Veracruz son ampliamente conocidas y por consecuencia, muy visitadas; sin embargo, existen algunas no tan famosas que valen la pena considerar, como Playa Escondida.
Para comenzar, su nombre queda perfectamente con lo que representa este pedazo de paraíso veracruzano, el cual queda ubicado a aproximadamente 100 kilómetros de la ciudad, específicamente en San Andrés Tuxtla, poblado de Ángel R. Cabada.
Es importante mencionar que para llegar se necesita de una lancha o caballo; no obstante, también se puede arribar a pie, aunque eso sí, la travesía no será para nada sencilla.
La belleza natural de Playa Escondida radica en que se encuentra custodiada por un par de imponentes acantilados. Por si esto no fuera suficiente, como telón de fondo tenemos una abundante selva, que a su vez se combina con la arena y el mar para ofrecer un paisaje increíble.
Una vez ahí, valdrá mucho la pena perderse entre estos paisajes entrañables, hogar de águilas, pelícanos y tucanes, así como otras especies de aves. Mientras que en sus aguas cristalinas se pueden apreciar cangrejos e incluso, estrellas de mar.
Otro punto a tomar en cuenta de Playa Escondida es que es semivirgen, lo que significa que en los alrededores no habrá ningún tipo de hospedaje; pero es posible acampar con el beneficio de que cerca hay instalados restaurantes locales que ofrecen deliciosos platillos típicos.
Como mencionamos al principio, este lugar es poco concurrido, pero eso no significa que no haya nada que hacer.
Por ejemplo, se puede nadar en el mar, broncearse o simplemente descansar en la arena. En tanto, los servicios turísticos locales rentan todo para bucear, descender a rapel por los acantilados, pasear en lancha y dar una caminata hacia Roca Partida, una de las inmensas formaciones rocosas que resguarda y esconde este maravilloso sitio.
Adentrarse en Playa Escondida, Veracruz, es sin duda una experiencia inolvidable, que en definitiva nadie debería perderse.