Además de proporcionar comodidad, gracias a los nuevos materiales tecnológicos con los que se confeccionan, estas prendas se llenan de elementos femeninos y sofisticados, ideales para lucir en los mejores resorts del planeta.
Esta temporada, las playas y las piscinas se inundan con trajes completos y bikinis con volantes, cortes asimétricos, detalles bordados y efectos de tie-dye con líneas rectas, que se amoldan al cuerpo como una segunda piel, resaltando los puntos positivos de cada mujer.
Regresan, también, los tops tipo banda o "bandeau", con cintas que, literalmente, se amarran en puntos estratégicos, así como los calzones de corte alto en las piernas, o también los que suben hasta la cintura y recuerdan las "pin ups" de los años 50.
Se llevan, además, las superposiciones, los juegos de transparencias, las tiras y aberturas que los vuelven aún más sensuales.
Los tejidos son sustentables y naturales, y se busca que sean amigables con el medio ambiente, aun cuando se ayudan de elementos sintéticos para lograr mayor libertad al cuerpo.
En cuanto a colores, destacan las gamas de verdes, azules, rojos intensos que llegan hasta el vino y detalles metálicos, para resplandecer bajo la luz del sol. Aunque nunca digas no al blanco y negro o a los tonos pastel.
"La comodidad y el confort son esenciales en esta temporada en que nos hemos acostumbrados a ello durante el encierro. Y los trajes de baño se suman a esta tendencia, por lo que hay muchos estilos, que van desde lo clásico a lo vanguardista. Sólo tienes que escoger el que vaya de acuerdo con tu figura", afirma la experta Araceli Motta.