Mantener una óptima salud física y mental durante este invierno será más importante que nunca, debido a que estamos llegando al final de uno de los años más difíciles en la historia reciente de la humanidad, aunado al hecho de que el invierno trae para muchas personas altos índices de un tipo de depresión conocida como “Tristeza de invierno”.
Por ello, resulta de suma importancia encontrar formas de balancear, tanto la salud mental, como la física. A continuación te compartimos algunos tips que seguramente te serán de gran ayuda para superar esta época del año.
Toma vitaminas
Algunas vitaminas como la C y la D serán tus grandes aliadas al momento de fortalecer tu sistema inmune y obtener montones de energía.
Haz ejercicio en casa
Durante el invierno, es muy común despertar por las mañanas y sentir demasiado frío como para siquiera pensar en salir de la cama, mucho menos para realizar alguna rutina de ejercicio. Sin embargo, llevar a cabo este tipo de actividades es ideal para crear un balance y cuidar tu salud física y mental. Los expertos recomiendan diseñar una rutina de ejercicio en un horario habitual para ti y que no dure más de 30 minutos. Lo importante es que el ejercicio se convierta en un elemento que te mantenga motivado, para así darle variaciones al sedentarismo.
Limita tu tiempo en internet
Desde el comienzo de la pandemia, los índices del uso de internet han incrementado exponencialmente, pues las personas buscan diferentes maneras de divertirse y pasar el tiempo. Sin embargo, es importante encontrar un balance entre el tiempo que le dedicamos a esta herramienta y el que pasamos fuera de ella. Algunas actividades no relacionadas con el uso del internet que te pueden mantener entretenido son: leer un libro, aprender a tocar un instrumento musical, reorganizar tu hogar o elaborar manualidades.
Medita todos los días
Pocas cosas cultivan la salud física y mental como la meditación. Cuando meditamos, educamos la mente para reaccionar de forma más saludable ante los problemas. Esto tiene un efecto directo en la salud del cuerpo, pues la ansiedad y el estrés generan reacciones de tensión física que producen mareos, dolores y dificultades para respirar. Está demostrado que el acto de meditar, aunque en un principio se centra en la salud mental, también surte efectos sobre nuestro aspecto físico.