Seamos sincer@s, tod@s (o al menos la mayoría de nosotr@s) siempre tenemos deseos de mejorar nuestra alimentación para obtener los máximos beneficios de belleza y salud posibles. Y como vamos empezando el año, sabemos que muy seguramente está entre tus objetivos de este año comer más saludable y la buena noticia es que puedes hacerlo de manera muy sencilla y efectiva, al mismo tiempo que optimizas tu beauty routine para tu piel y cabello. ¿Cómo lograrlo? Reemplazando esos snacks que no te hacen nada bien por una opción mucho más healthy: ¡las semillas de girasol!
Probablemente ya hayas escuchado antes sobre los grandes beneficios de belleza de las semillas en bebidas y tus alimentos y te aseguramos que las que provienen del girasol son de las más poderosas que existen. Solo échale un vistazo a las principales ventajas que le dan a tu pelo y piel y estamos seguras de que te animarás a darles la bienvenida en tu dieta.
¿Cuáles son los beneficios de las semillas de girasol en tu cabello?
¡Más de los que te puedas imaginar! Empecemos por el hecho de que, al contener ácidos grasos y omega 6, las semillas de girasol humectan a profundidad tu pelo, por lo que evitan que se reseque y que pierda su brillo, además de que favorece a que reciba mayor cantidad de nutrientes ¡lo que lo fortalece!
Además, estos beneficios capilares previenen la caída de cabello (debido a su gran contenido de vitamina B6, que favorece a una mejor oxigenación de tu cabellera).
Por otro lado, una mejor oxigenación y la poderosísima vitamina E (que también está en alto porcentaje en las semillas de girasol) estimula la circulación y ofrece entre otro de sus beneficios sea un crecimiento capilar más acelerado.
Los efectos rejuvenecedores de las semillas de girasol en la piel
Así es, justo como probablemente lo habías sospechado, su especial concentración de vitamina E, favorece bastante a tu piel y ayuda a que se mantenga sana, radiante ¡y joven por más tiempo! Esto quiere decir que maximizará los efectos de los otros tratamientos anti-aging que usas en tu rutina de skincare (con colágeno y ácido hialurónico, por ejemplo).
Y es que las semillas de girasol retrasan la aparición de arrugas, le dan firmeza a la piel y evitan que se manche, opaque o pierda su suavidad y brillo natural debido a que minimizan los efectos producidos por la oxidación celular, pues además de vitamina E, poseen ácidos grasos esenciales que impulsan la producción de colágeno.
Adicional a ello, estas semillas serán grandes aliados de tus pantallas solares, protectores solares o makeup con FPS, pues también cuentan con betacarotenos (que protegen a la piel de los rayos UVB y UVA, así como de los daños que ocasiona con frecuencia la contaminación en el cutis).
Al igual que con el cabello, las semillas de girasol humectan la piel desde sus capas más profundas hasta las más externas y recuerda que la hidratación es sumamente clave para prevenir las arrugas prematuras y la resequedad, así como para que conserves tu cutis ultra-suave y puedas combatir el acné.
