Tras meses de haber surgido la pandemia del COVID-19 y la llegada de la llamada “nueva normalidad”, millones de personas en México y el mundo han sacado a flote su lado creativo a la hora de lucir bien usando cubrebocas; sin embargo, el uso de esta mascarilla tapa la mayor parte del rostro cumpliendo su función protectora contra el nuevo coronavirus y otras enfermedades, trayendo consigo la venta de diversos diseños de cubrebocas, entre ellos los transparentes.
Esta acción de cobertura casi total ha resultado molesta para miembros de algunos sectores, siendo el de la moda el principal afectado; por ello, algunas celebridades, influencers y personas en general han optado por usar mascarillas transparentes, a pesar de que hoy en día no exista evidencia alguna que demuestra su protección de forma eficiente contra el SARS-CoV-2.
De acuerdo con un reciente estudio por parte del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), el principal problema de este tipo de cubrebocas es que, al estar hechos sólo de vinil, no existe un filtro ni un ajuste al rostro que impida la entrada del COVID-19 o cualquier otro virus.
En este contexto, el CDC pone énfasis en que únicamente las personas sordas, con dificultades auditivas y aquellas que cuiden de alguien que padezca una discapacidad auditiva deben usar cubrebocas transparentes especialmente creados para poder leer los labios y comunicarse con su entorno. Por el contrario, para quienes no padezcan de alguna de las discapacidades mencionadas, el CDC sugiere el uso de cubrebocas que se ajusten al rostro con protección de dos o más capas, cubriendo la nariz y el mentón, con el propósito de evitar filtros de aire que representen fuentes de contagio.