El secretario general de las Naciones Unidas señaló este jueves que, aunque en una situación tan grave como la que vive el mundo a causa de la pandemia del coronavirus, la cooperación entre los países resulta primordial, esta no ha ocurrido.
En un debate del Consejo de Seguridad sobre gobernanza global después de la crisis del COVID-19, António Guterres también dijo que la escala alcanzada por el COVID-19 es el resultado de “una falta de preparación, cooperación, unidad y solidaridad global”.
Aún fuera de control y con más de 30 millones de contagios y cerca de un millón de muertes hasta el momento, “la pandemia es una crisis en sí misma que tiene lugar en un contexto de altas tensiones geopolíticas y otras amenazas globales de formas impredecibles y peligrosas. La pandemia es una prueba clara de cooperación internacional, una prueba en la que esencialmente hemos fracasado”, subrayó.
A la altura de los tiempos
Agregó que corregir el rumbo implica que el mundo adopte con urgencia un pensamiento que esté a la altura de nuestros tiempos.
Para el jefe de la ONU, el 75º aniversario de las Naciones Unidas “nos recuerda lo que lograron nuestros fundadores y nos invita a estar a la altura de sus ambiciones. Necesitamos con urgencia pensar de manera innovadora sobre la gobernanza global y el multilateralismo, y adaptarlos al siglo XXI”.
Consideró que el mundo precisa de un multilateralismo en red, con vínculos y cooperación sólida entre organizaciones internacionales y regionales, instituciones financieras internacionales y otras alianzas e instituciones globales. Como ejemplo de la cooperación requerida, citó la alianza estratégica de la ONU con la Unión Africana: "La asociación entre la Unión Africana y las Naciones Unidas es un modelo que debemos emular en nuestras relaciones con otras organizaciones regionales", apuntó.
En este tenor, Guterres llamó al Consejo de Seguridad a profundizar esta colaboración creando lazos fuertes y oficiales con el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana y comunicándose con él periódicamente. Esto distribuiría el trabajo de una manera más eficiente, ya que la Unión Africana podría llevar a cabo operaciones de paz y contra el terrorismo que contarían con el apoyo de los mandatos del Consejo de Seguridad y se beneficiarían de una financiación previsible, garantizada por aportaciones obligatorias.
“Esta es la única manera de construir la coalición que necesitamos para luchar contra el terrorismo en el continente africano y completar la iniciativa de la Unión Africana para silenciar las armas”, recalcó.
Por otra parte, Guterres aseveró que las Naciones Unidas deberían mejorar la eficacia de su contribución a la gobernanza global. En su opinión, la responsabilidad principal de garantizar el funcionamiento de esa gobernanza recae en los Estados miembros: “La reforma de la gobernanza global no sustituye a la acción colectiva de los Estados miembros para superar los desafíos comunes”, puntualizó.
El secretario general agregó que tanto la ONU, como sus miembros están "fuera de sintonía con la realidad del mundo actual. Las instituciones de gobernanza global deben trabajar juntas de manera coordinada para contener, mitigar y reducir riesgos de todo tipo”, recalcó, y sostuvo que no es posible seguir respondiendo a los riesgos globales sistémicos y predecibles con soluciones ad hoc.
El COVID-19, una llamada de atención
“Esta pandemia es una llamada de atención para desastres aún más graves que podrían ocurrir, comenzando con la crisis climática. Si respondemos a ese fenómeno con la desunión y la desorganización que hemos presenciado este año, temo lo peor”, expresó.
Insistió en la necesidad imperiosa de “una gobernanza global decidida, coordinada, flexible y lista para responder a la variedad de desafíos”, y resaltó que en un mundo donde las amenazas están interconectadas, la solidaridad es de interés para todos.
El jefe de la ONU recordó que muchos temas transfronterizos como la crisis climática, el aumento de las desigualdades o el ciberdelito involucran a grupos de interés, empresas, organizaciones y sectores enteros que escapan a conceptos tradicionales. de la gobernanza global.
Incluir a las mujeres
“Los Estados no están en condiciones de responder a todos estos problemas de forma aislada. Necesitamos ampliar nuestra idea de gobernanza global, para incluir a las empresas, la sociedad civil, las ciudades y regiones, el mundo académico y la juventud”, insistió.
Asimismo, pidió mecanismos flexibles para incluir a estos distintos actores, especialmente mujeres y jóvenes, y para reformar y fortalecer las instituciones.
Guterres acusó a los actuales sistemas de gobernanza global de excluir a la mitad de la humanidad, las mujeres, y recalcó que la pandemia ha probado que el liderazgo de este sector de la población es muy efectivo: “Las mujeres que hayan visto esta semana el debate general, tienen el perfecto derecho de sentir que no están representadas, que sus voces no se valoran”, agregó, refiriéndose a la falta mundial de jefas de Estado.
Deficiencias
Antes de concluir, reiteró que se requiere un multilateralismo “mejor y más fuerte, que funcione de manera eficaz y realmente beneficie a las personas a las que servimos. La pandemia ha ilustrado las deficiencias indiscutibles de nuestro sistema multilateral. Necesitamos urgentemente instituciones multilaterales que sean capaces de actuar con decisión, sobre la base del consenso global, por el bien del planeta. Y necesitamos instituciones multilaterales que sean equitativas y representen mejor a los países en desarrollo, de modo que todas las partes tengan su lugar proporcional en la mesa mundial”.
La reunión virtual del Consejo fue presidida por el mandatario nigeriano Mahamadou Issoufou, cuyo país ocupa la presidencia del Consejo de Seguridad durante septiembre. El presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Moussa Faki Mahamat, también participó en la sesión.