El mezcal es un destilado fabricado a partir de la cocción y fermentación de las piñas del maguey. Este proceso da como resultado una de las bebidas más queridas entre los mexicanos.
Su elaboración artesanal consiste en seleccionar los agaves, jimarlos y cocer sus piñas, ya sea en un horno rústico o en autoclaves; después, se extrae el jugo de la piña, se fermenta y se destila en alambiques.
Además de ser un producto de identidad nacional, el mezcal también ofrece beneficios para quienes lo beben. De acuerdo con el Bevarage Testin institute de los Estados Unidos, esta bebida es considerada el alcohol más puro del mundo, pues gracias a diversos estudios hechos sobre este, revelan que su cadena molecular es “perfecta” en comparación con otros licores y alcoholes.
Lo anterior se debe a que la mayor parte de las bebidas alcohólicas son hechas a partir de monosacáridos, los cuales deben descomponerse en el hígado para ser eliminados del organismo. Por el contrario, el mezcal está compuesto por polisacáridos, que comienzan a desintegrarse desde el primer contacto con la boca. De esta manera, el cuerpo humano lo absorbe y lo desecha más rápidamente, por lo que la velocidad de este proceso evita la “cruda” al día siguiente.
Cabe señalar que los estados autorizados para producir esta bebida con Denominación de Origen (DOM) son Durango, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, Oaxaca, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas.
A pesar de que, en un principio, el mezcal fue considerado como alcohol corriente, su popularidad se ha incrementado durante los últimos años. Se estima que en 2018 y 2019 la exportación de mezcal fue de 7 millones 125 000 litros, de acuerdo con datos del INEGI.