La fruta cristalizada está considerada como uno de los dulces más populares en México, particularmente durante la época navideña y de año nuevo; sin embargo, también puede ser consumida en cualquier época del año, gracias a los múltiples beneficios que otorga, como mejorar la digestión, proporcionar las vitaminas de la fruta y fortalecer los huesos.
Proceso de cristalización
El primer paso para preparar este dulce es que las frutas a utilizar se encuentren en buen estado, es decir, que no estén rotas ni echadas a perder. Una vez listas, se pueden cocinar de dos maneras: enteras o en pedazos.
Posteriormente, las frutas deben ser sumergidas durante un día en una solución hecha a base de cal viva y agua, para después ser introducidas en almíbar, azúcar o piloncillo.
Los expertos indican que el proceso estará terminado una vez que las frutas hayan conseguido una consistencia dura.
Cabe mencionar que cualquier tipo de fruta puede ser utilizada para el proceso de cristalización, pero las más recurridas suelen ser la piña, pera, manzana, durazno, naranja, chilacayote, higo y camote; mismas que pueden ser empleadas como dulces típicos o en postres como helados, o en la tradicional Rosca de Reyes.