Burbujas de glamour y relajación es lo que brinda Ice Imperial bajo la disruptiva etiqueta de Moët & Chandon, champagne que ha combinado elegancia y frescura. Y aunque te parezca extraño, se sirve con hielo; una forma de mantener el espíritu champagne à la piscine en compañía de tus amigos.
La propuesta desarrollada por Benoît Gouez, chef de cave de la maison, se enfrentó a las duras críticas de puristas y catadores. Pero Moët & Chandon Ice Imperial está pensado para disfrutarse en momentos de relajación y ambientes tropicales.
¿El hielo afecta el sabor?
¡Por supuesto que no! Unos cuantos cubos de hielo es lo que necesita para activar sus notas frutales que se impregnarán en tu paladar. Esta champaña encontró la forma de deleitarte sin verse diluido.
Sus propiedades y sabores se mantienen intactos y más refrescantes que nunca.
La botella de burbujas está hecha con uvas Pinot Noir cosechadas en los viñedos al sur de Champagne. El contraste lo aportan las Chardonnay que incrustan un toque perfecto de acidez. Esta dupla es una experiencia que no te quieres perder.
Requiere de dieciocho meses de maduración y tres adicionales después del degüelle. La magia ocurre con la incorporación de cuarenta y cinco gramos de vino azucarado por litro. Esto garantiza que los sabores no se diluyan con el hielo.
Moët & Chandon Ice Imperial es ideal para maridar con platillos ligeros y canapés. Puedes degustarlo a la par de frutas frescas como toronja y mango, o una ensalada de sandía, aceitunas y queso feta. También, te recomendamos acompañarlo de pasta, aguachile, sushi y sashimi. Los platos con pimienta rosa son perfectos.