Los alimentos enlatados son aquellos productos alimenticios sometidos a un proceso de limpieza y acondicionamiento para, después, ser sujetos a envasado aséptico, que favorece la conservación, tanto de sus propiedades físicas naturales, como de sus propiedades químicas por más tiempo.
En torno de estos productos existen un gran número de mitos y realidades, por ello, a continuación te compartimos toda la verdad sobre ellos.
Se emplean químicos para ser conservados
Uno de los mitos más comunes sobre los enlatados es que se emplean productos químicos para su conservación. La realidad es que para conservarlos, los alimentos son sometidos a métodos como la pasteurización y a agentes naturales como azúcar, almidones, vinagres, entre otros.
Tienen menos nutrientes
Este mito es completamente falso. De acuerdo con una investigación realizada en Berlín, Alemania, los alimentos enlatados contienen la misma cantidad de nutrientes que los alimentos frescos. De hecho, el estudio reveló que algunos enlatados vegetales contienen más nutrientes que los vegetales frescos.
Las latas con abolladuras ya no sirven
De acuerdo con un reciente estudio realizado en un laboratorio acreditado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), ninguna de las latas con abolladuras que fueron analizadas, presentó alguna corrosión interna o externa, lo que significa que no existe daño alguno en el envase que pueda perjudicar su contenido.
Mantener el alimento con la lata abierta puede ser perjudicial para la salud
Este mito también es falso. La lata es un recipiente esterilizado en el que se pueden conservar los alimentos por hasta 3 o 4 días después de abrirlos. Sin embargo, está comprobado que estos pueden conservar un mejor sabor si se guardan en un recipiente de vidrio.
El metal con el qué están hechas las latas es tóxico
De acuerdo con la Cámara Nacional de Fabricantes de Envases Metálicos (CANAFEM), este tipo de alimentos están totalmente protegidos de cualquier contacto con el metal gracias a una capa o barniz de recubrimiento de grado alimenticio.