En 2020 tocaba turno al Estado Grande como anfitrión del México Selection, capítulo nacional del Concurso Mundial de Bruselas, donde se evalúan, en cata a ciegas, vinos y espirituosos nacionales.
La pandemia hizo de las suyas y retrasó los planes, pero no pudo impedir que 25 catadores se dieran cita en la capital chihuahuense bajo estrictos protocolos de sanidad, para evaluar 514 vinos y 92 espirituosos.
Del 22 al 27 de febrero, sommeliers, enólogos, escritores y consultores recorrieron, además, algunos proyectos vitivinícolas del estado, como Hacienda Encinillas, Bodegas Pinesque, Pasado Meridiano y Tres Ríos.
"Sí, este es el campeonato 2020, se demoró por un tema pandémico. Son tres días de cata con jueces nacionales, de Estados Unidos, España, Bélgica, Reino Unido y Países Bajos.
"El objetivo es crear un sello de confianza para los consumidores, además de ofrecer a los productores una herramienta de promoción reconocida por la industria y el público", explica Carlos Borboa, director de México Selection, antes de iniciar las sesiones de cata.
Control de temperatura y nivel de oxigenación son parte del protocolo de entrada al salón de catas, donde los jueces de vino son distribuidos en cuatro paneles provistos con manteleta, copas, libreta de anotaciones y una tableta para las evaluaciones en tiempo real.
Esta fue la cuarta edición del concurso itinerante -Guanajuato, Querétaro y Aguascalientes han sido anfitriones- y ha crecido alrededor de 100 muestras por año: en 2017, participaron 325 vinos y 73 espirituosos.
Sandra Fernández, Laura Santander, René Rentería, Andrés Amor y Jesús Bernad, parte del jurado en diversas ocasiones, presidieron los paneles de cata durante esta edición.
"Ya entendimos que estamos catando México, y no puedes catar vinos mexicanos como evaluarías italianos, españoles y franceses. Esa es la parte que, como sommeliers, más nos ha costado entender: aterrizar lo que tenemos siendo justos", reconoce Sandra Fernández.