Es muy común encontrar en el supermercado muchos tipos de sal. El problema es cuando no sabemos para qué sirve cada una, o cuál es la diferencia entre ellas. Aprovecha al máximo sus propiedades y conoce los diferentes tipos de sal.
Sal de mar
Como su nombre lo dice, esta sal se obtiene de la evaporación del agua de mar hasta que se obtienen los minerales que forman la sal. Casi siempre relacionamos esta sal con la gruesa, y es la más común para cocinar, ya que sus cristales se deshacen al calor y no queda rastro de ellos en las preparaciones.
Sal de Himalaya o sal rosa
Esta sal viene desde las minas de sal en Pakistán. Su atractivo color rosado es el resultado de la concentración de diversos oligoelementos como el hierro que dependerá de la mina. Además, esta contiene magnesio, flúor, zinc y cromo.
Sal kosher
Este tipo de sal es la más pura que existe, no contiene flúor ni yodo. Su uso más común es en la gastronomía judía, ya que no ha pasado por ningún proceso químico que altere su pureza. Ésta se emplea mejor en carnes y pescados, ya que se disuelve perfectamente, no se recomienda usar en preparaciones líquidos ya que pueden quedar algunos grumos.
Flor de sal
Es de las sales que está más de moda en los últimos años. Se obtiene de la última capa que se forma en la superficie de las salinas, y ahí es donde sucede la evaporación. La textura final es de trozos delgados y ligeras escamas que sirven de decoración para darle el último toque a cualquier plato, ya sea dulce o salado.
Sal común o sal de mesa
Si bien, la sal común puede ser la de mar o gruesa, pero con un molido fino, la realidad es otra. La extracción de la sal común puede ser de minas o depósitos salinos con procesos de refinamiento; a ésta se le añaden químicos para evitar que se endurezca y para mejorarla. Este tipo de sal es la más común y se puede encontrar desde la tiendita de la esquina hasta el supermercado.