A través de la política fiscal, el Gobierno de la CDMX busca combatir el alcoholismo y la ludopatía.
Como parte de la propuesta de Ley de Ingresos para 2020, el Gobierno capitalino prevé incrementar impuestos a bebidas alcohólicas y juegos de azar.
El Paquete Presupuestal, que se prevé sea entregado el jueves por la Secretaria Luz Elena González al Congreso capitalino, incluye incrementar 4.5 % el precio de venta de bebidas alcohólicas y la propuesta de gravar las erogaciones de jugadores en salas de apuestas con el 10 %.
La iniciativa, que se dio a conocer ayer, justifica ambas medidas como estrategias de prevención a problemas de salud pública, como el alcoholismo y la ludopatía.
En el caso del incremento al precio de bebidas alcohólicas, la propuesta describe que el consumo excesivo de alcohol en la Ciudad de México tuvo un incremento de 52.8 a 53.4 %.
"Dicha contribución pretende desincentivar el consumo excesivo de bebidas alcohólicas entre la población de la CDMX, pero, en particular, entre la juventud y la adolescencia de esta entidad", se lee en el proyecto.
En tanto, el documento señala que entidades como Aguascalientes, Campeche, Estado de México, Nuevo León, Quintana Roo, Sonora, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán gravan las erogaciones de quienes apuestan en salas de juego con una tasa de entre 10 y 16.5 %.
"Esta contribución resultará útil como medio para prevenir la ludopatía y otros trastornos asociados; así como, para generar ingresos que permitan financiar la atención de las recomendaciones de política para la prevención y atención del juego patológico", indica la presentación de dicho gravamen.
Con esta medida, que vendría acompañada de un incremento en el Impuesto sobre Loterías, Rifas, Sorteos y Concursos para aumentarlo de 12 a 13 %, el Gobierno propone realizar investigaciones para identificar la problemática de juego patológico en la Ciudad, así como la realización de campañas de prevención.
Adicionalmente, la propuesta prevé otro incremento, en este caso, para el Impuesto Sobre el Hospedaje, de una tasa de 3 a 3.5 %, con el objetivo de allegarse de recursos para infraestructura turística.
"Este cambio tiene como fundamento la necesidad de internalizar los costos que recaen sobre el conjunto de los contribuyentes de la CDMX asociados a la actividad turística; además, de incrementar los recursos de la Ciudad para financiar la construcción y el mantenimiento de la infraestructura turística", indica la propuesta.