Entre los jóvenes, la droga más común continúa siendo la marihuana, ya sea en porro, en pipa o combinada con pastelillo, la consumen, lo preocupante es que cada vez lo hacen menor edad, y para muchos especialistas en temas de adicciones, significa una puerta para otras drogas.
A decir de Juan Carlos Cruz Miguel, director del Centro de Integración Juvenil (CIJ) en Toluca, en menores de edad el consumo se da igual entre hombres que entre mujeres.
Conocida como “mota”, “Mary Jane”, “yerba”, “ganja”, su fácil acceso en las calles es uno de los factores, mientras que sus efectos, son el gancho, pues quienes la fuman o ingieren aseguran que ayuda con los dolores de cabeza y musculares, incluso con los cólicos y los hace sentir relajados.
Durante el año pasado, más de 620 pacientes buscaron dejar de lado sus adicciones con ayuda del CIJ, de los cuales más del 60 por ciento fueron jóvenes, ubicando a la mariguana como la primera sustancia de tratamiento.
“Del universo de personas que buscaron ayuda, quienes tienen entre 18 y 19 años son el 60 por ciento los que vienen buscando apoyo por un antecedente de consumo mariguana. En tanto en aquellos que tienen una mayor edad son personas entre 34 años, con alrededor del 15 por ciento, buscan apoyo por el consumo de tabaco”.
Cruz Miguel, señaló que las tres sustancias que concentran el mayor número de atenciones siguen siendo el alcohol, el tabaco y la mariguana, en esa frecuencia, en todos los rangos de edad, detectando que entre los principales factores que se conjugan para el consumo de ésta última, se encuentran el contar con tiempo libre, que en muchos casos suele ser económica y accesible.
Datos del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, alrededor del 9 por ciento de las personas (cerca de 1 de cada 11) que consumen marihuana por lo menos una vez se volverán adictas. Esta tasa aumenta al 16 por ciento (cerca de 1 de cada 6 personas) si el consumo de marihuana comienza en la adolescencia y aumenta al 25 o al 50 por ciento para los usuarios diarios.
Finalmente, especialistas en la materia señalan que, a corto plazo, la marihuana puede ocasionar problemas de aprendizaje y memoria, percepción distorsionada (visual, auditiva, del tacto, del tiempo), pérdida de coordinación motora, y aceleración del ritmo cardiaco. Sin embargo, la cannabis sativa afecta a cada persona de manera diferente.