La venta de productos para eventos sociales como recuerdos, canastas, servilleteros, entre otros, es el único sustento para Dolores Martínez López, locataria del mercado Juárez, quien tras sufrir los estragos causados por el cierre que trajo consigo la emergencia sanitaria del COVID-19, no ha logrado recuperarse a pesar de la reactivación, pues registra ventas hasta de 70% menos de las generadas el año pasado.
Las limitantes existentes para llevar a cabo eventos sociales es la principal causa de sus bajas ventas, sin embargo, sus productos pueden comprarse al menudeo, por lo que invitó a la población a acudir al mercado y consumir, para así apoyar en la reactivación de la economía.
“Ahora tratamos de sobrellevarlo poco a poco, pero cuando empezó la pandemia y tuvimos que cerrar, no teníamos de dónde sacar, porque este es nuestro lugar, es como nuestra casa”, dijo luego de señalar que hay días en que no vende nada y otros en los que logra ventas de entre 300 o 500 pesos, lo que resulta en ganancias mínimas para ir subsistiendo.
La temporada de fin de año es una de las más fuertes, por lo que para lograr una mayor recuperación, los locatarios ampliarán sus horarios de atención, que se mantenían limitados para evitar la exposición a contagios de la nueva enfermedad, aunque no dejarán de implementar los protocolos de seguridad e higiene.
“Hemos batallado bastante y ahora que es una temporada fuerte, nos darán oportunidad para colocarnos por más tiempo, tomando las medidas precautorias” señaló.
Medidas que, lamentó, mucha gente aún se rehúsa a cumplir, y como tienen accesos controlados en los que piden el uso obligatorio de cubrebocas y toman la temperatura, los consumidores prefieren irse para no someterse a ello, dirigiéndose mejor al mercado informal.