A fin de realizar con mayor eficiencia los trabajos parlamentarios, la Legislatura local avaló en comisiones disminuir de tres a dos los periodos ordinarios de sesiones por año.
De esta manera, se obligará a los diputados a laborar 180 días y se les permitirá descansar hasta 185.
La iniciativa promovida por la diputada panista María de los Ángeles Dávila y avalada por unanimidad, plantea que el primer periodo de cada año quede como en el actual: del 5 de septiembre y no pueda prolongarse más allá del 18 de diciembre; mientras el segundo iniciará el 15 de febrero y no podrá prolongarse más allá del 30 de abril.
De esta manera, oficialmente, los diputados contarán con dos periodos vacacionales: el decembrino que irá del 19 de diciembre al 14 de febrero; y el veraniego, que se extenderá desde el primero de mayo hasta el 4 de septiembre.
Con la modificación, dispondrán de una semana más de receso a la que actualmente tienen; además, en época proselitista los trabajos parlamentarios no interferirán con las campañas, de tal manera que los legisladores no se verán obstaculizados para realizar trabajo político.
En la actualidad, el marco jurídico dispone que la Legislatura local tenga sesiones ordinarias tres veces al año: del 5 de septiembre al 18 de diciembre; del primero de marzo al 30 de abril, y del 20 de julio al 15 de agosto, lo que se traduce en 193 días laborales por 172 de descanso.
Jurídicamente, los días laborales para los diputados locales son aquellos comprendidos en periodos ordinarios. Y en periodos de receso podrán convocar a periodos extraordinarios, de ser necesario, aunque estos no son obligatorios.
Además, durante los periodos ordinarios los diputados están obligados por ley a sesionar sólo una vez a la semana, y de ninguna manera les son descontadas las dietas durante los periodos de receso o por los días no sesionados.
Por otro lado, cuando el PRI era mayoría en Congresos anteriores, los diputados sesionaban dos veces por año; aún así, los periodos ordinarios implicaban 209 días de labor y 156 de descanso, pues los periodos ordinarios de sesiones iban del 5 de septiembre al 30 de diciembre; y del 2 de mayo al 31 de julio.
El dictamen todavía debe subir a pleno, donde, sin embargo, se espera su ratificación; además, al incluir una reforma constitucional, debe ser ratificado por la mitad más uno de los ayuntamientos mexiquenses.
La promovente afirma que la iniciativa es de “beneficio social”.