La discriminación en México es sistémica y estructural, lo que deja un saldo negativo en el combate a esta práctica, toda vez que más del 50 por ciento de los habitantes del país reconocen haber sido víctimas de la misma, al tiempo en que atenta directamente contra los derechos de los grupos vulnerables.
Al respecto, la presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), Alexandra Haas Paciuc dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2017 en el Aula Magna de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
La ENADIS se realizó durante el periodo del 21 de agosto al 13 de octubre de 2017, y tuvo como objetivo reconocer la magnitud de la discriminación y sus diversas manifestaciones en la vida cotidiana, profundizando en el conocimiento sobre quién o quiénes discriminan, en qué ámbitos de la vida se presenta este problema con mayor frecuencia y los factores socioculturales que se le relacionan.
Contrario a la creencia popular, que marca que la gente es discriminada por su estatus socioeconómico, la ENADIS revela que es la apariencia física, es decir, forma de vestir, peso, estatura o tono de piel, es el factor que más influye en las prácticas de segregación.
En el Estado de México, el 24 por ciento de la población mayor a 18 años se sintió atacada o segregada por su tono de piel, manera de hablar, peso o estatura, forma de vestir o arreglo personal, clase social, lugar donde vive, creencias religiosas, sexo, edad, y orientación sexual.
Si bien los actos de discriminación se pueden presentar en los distintos ámbitos en los que se desenvuelven las personas, son los servicios médicos, la calle o transporte público, el trabajo y la familia, los lugares en donde se reporta una mayor incidencia.
Asimismo, Haas Paciuc lamentó que es la mujer indígena, pobre, discapacitada o que se dedica a las labores domésticas la más vulnerable, debido a que este sector confluyen distintos factores.
“La discriminación es transversal en los grandes problemas nacionales como violencia, pobreza y desigualdad,”.
Resaltó que las mayores brechas de desigualdad fueron las personas con discapacidad y los indígenas, quienes tienen los mayores niveles de analfabetismo, precarización en el trabajo y falta de acceso a servicios de salud.
Cabe mencionar que la discriminación es toda distinción, exclusión o restricción que, por acción u omisión, tenga por objeto o resultado obstaculizar, restringir o menoscabar el reconocimiento o goce de los derechos humanos y libertades.