El Ejército francés tenía la intención de invadir México, siendo el número uno en su categoría, además de superar en números al mexicano, pensaban que tenían ganada la batalla, pero no contaban con la destreza del General Ignacio Zaragoza y sus soldados, quienes ondeando la bandera de México pudieron contener la ofensiva.
Así, gritos como "Hay que salir a defender lo nuestro", "¡qué viva México y mueran los franceses!", "viva el Ejército Mexicano", se escucharon por las calles.
Lo anterior se revivió en la comunidad
El ambiente se llena de pólvora y el estruendo no enmudece los gritos de los valientes que están dispuestos a rendirle tributo a aquellos mexicanos que defendieron su patria. Los que personificaron a los invasores se repliegan, saben que todo está perdido.
Desde las 10:00 de la mañana comenzaron a prepararse, para ellos, los vecinos de "La Conchita", es un honor poder hacer la recreación, pues se trata de no olvidar las raíces y que la unión hace la fuerza.
"No he dejado de participar en los últimos 15 años, siempre la hago de francés, pero no por traidor, me gusta recordar que no importa qué tan grande te veas, si tus razones no son justas, tu causa no prospera", comentó Miguel mientras se preparaba para la batalla.
Al fondo, la banda de guerra de la primaria Ignacio Zaragoza, solemne, estoica, alentando a los militares a dar todo de sí a pesar de ser superados en número y preparación por los franceses.
En esta ocasión, cientos de espectadores se reunieron en torno la campo improvisado de batalla, los niños aprendían de historia, comenzaban a amar una de las tradiciones que ha enaltecido el nombre de su comunidad a nivel nacional por tener una de las representaciones más apasionadas.
Una vez terminada la batalla, comienza la verbena en las oficinas delegaciones, puestos de comida y -en especial- de bebidas no alcohólicas, adornan el lugar y dan pie a la sana convivencia entre los pobladores que se sienten orgullosos de aquella batalla, de sus raíces, pero sobre todo, de ser mexicanos.