La Legislatura mexiquense aumentó de seis a ocho años de prisión las penas máximas para las personas que obliguen, procuren, induzcan o faciliten a menores de edad y a quienes no tienen la capacidad para comprender el significado el consumo de bebidas alcohólicas, narcóticos y sustancias tóxicas.
Con las modificaciones, la sanción en estos casos irá de cuatro a ocho años de prisión y de 500 a cuatro mil días multa.
Actualmente, en el Código Penal estatal se prevén de tres a seis años de prisión y de 200 a dos mil días multa.
A partir de la reforma, también con entre cuatro y ocho años de prisión serán sancionados quienes organicen o realicen eventos, reuniones o fiestas al interior de inmuebles particulares, vendiendo o facilitando el consumo de alcohol, drogas o estupefacientes a menores de 18 años o personas que no tengan la capacidad de comprender el significado del hecho, o personas que no tienen capacidad de resistir la conducta.
Los cambios, sin embargo, dejan fuera del tipo penal las sanciones para los establecimientos que expendan bebidas o sustancias psicotrópicas a menores de edad, una conducta que a propuesta del gobernador Eruviel Ávila dejó de ser delito y se convirtió en mera falta administrativa, bajo el argumento de que se prestaba para extorsionar a los dueños de los giros.
La nueva reforma al Código Penal del Estado de México, promovida por el morenista Gabriel Gutiérrez Cureño, tiene como propósito, conforme a la exposición de motivos, salvaguardar la vida e integridad de niñas, niños y adolescentes mexiquenses, y propiciar condiciones que les permitan el pleno desarrollo de sus capacidades.
De acuerdo con el legislador, el consumo de bebidas alcohólicas se traduce en riesgos que van desde enfermedades físicas hasta comportamientos que pueden derivarse en conductas atípicas, antijurídicas, delictuosas, provocar accidentes de tránsito y contribuir en la proliferación de la violencia.
El Estado de México, alertó, es la segunda entidad del país, después de la Ciudad de México, con el mayor índice de venta de alcohol a menores, y se estima que 60% ha probado alcohol antes de los 15 años.
Gutiérrez Cureño reconoció que la alcaldesa de Tecámac, Mariela Gutiérrez, fue impulsora de la iniciativa, preocupada por la paz y la tranquilidad de su municipio, así como por la salud de los menores.