A pesar de que en su momento impulsó a gobernantes cuyas administraciones resultaron cuestionadas al grado de que perdieron la reelección, el senador Higinio Martínez afirmó que Delfina Gómez, precandidata de la alianza “Juntos Hacemos Historia” a la gubernatura, tiene el firme propósito de poner bajo el escrutinio social a los funcionarios.
Entre los candidatos que en un su momento impulsó el texcocano, y cuyas administraciones se caracterizaron por la opacidad, adeudos con empleados, proveedores y bancos, y observaciones importantes del Órgano Superior de Fiscalización (OSFEM), se encuentran, por citar los dos ejemplos más visibles, Patricia Durán de Naucalpan y Juan Rodolfo Sánchez de Toluca.
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El ahora delegado especial de Morena para el proceso electoral, sin embargo, advierte que los mexiquenses están cansados de la indolencia y la corrupción enfermiza del actual régimen que gobierna el Estado de México.
Por eso, afirmó que el proyecto de Morena y Gómez Álvarez tiene el reto de encabezar un gobierno diferente, donde se ponga a prueba la capacidad y honradez de los servidores públicos, y se mantenga bajo el escrutinio de la sociedad civil.
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“No quieren que solo lleguen unos para quitar a los otros y que todo siga igual; la corrupción, el influyentismo, el amiguismo y las complicidades entre nuevos funcionarios de un gobierno morenista con los vividores de siempre”, planteó.
Por eso, dijo que el principal reto de Delfina Gómez será demostrar que en su gobierno no se van a hacer nuevos ricos al amparo del poder público, sino que habrá servidores con gran capacidad, con honestidad y honradez a prueba de todo y esas virtudes deberán estar sujetas a la revisión de la sociedad civil.
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“Este escrutinio servirá para que se detecte en el nuevo funcionario, la mínima proclividad a las corruptelas”, advirtió.
Afirmó que la ex secretaria de Educación Pública representa el anhelo de cambio de la mayoría de mexiquenses porque es una persona honesta, capaz y con valores que pocas veces se ven en un político; por eso, coincidió en que la maestra no es política y ni siquiera lo parece, y es en esta característica que recae su fuerza y con la que genera mayor confianza a los ciudadanos.
Al interior de su partido, finalmente se pronunció por una precampaña sin protagonismo, sectarismo ni intereses personales; “ni los sanos, ni los que solo tienen, de manera desmedida, los vulgares ambiciosos que siempre andan cerca de quien pueda tener poder”, añadió.