Mediante la leyenda: “Justicia y libertad”, escrita con su propia sangre en edificios, madres, hijas, hermanas y esposas exigieron la liberación de personas injustamente presas en los penales mexiquenses, a través de la efectiva operación de la Ley de Amnistía del Estado de México en los casos en que se documenten violaciones a los derechos humanos y/o al debido proceso y falsedad de imputaciones.
Las inconformes, quienes la semana pasada se manifestaron rapándose la cabeza para pedir lo mismo, se plantaron afuera de la representación del gobierno estatal en la capital del país, tras advertir que sus familiares han sido criminalizados por su condición económica, escolar, y por el color de su piel.
Esta ocasión estuvieron acompañadas por Ignacio del Valle, expreso político de Atenco. Con apoyo de médicos y enfermeras se extrajeron sangre para escribir diversas consignas en las paredes de dicho edificio, a fin de que se cumpla el artículo cuarto de la Ley de Amnistía, que prevé este beneficio a los inocentes, independientemente del delito por el que hayan sido sentenciados o sean procesados.
Previamente, integrantes del Centro Zeferino Ladrillero y del colectivo “Haz Valer Mi Libertad” entregaron un escrito en la embajada de la Unión Europea en México para alertar a sus países miembros de la situación crítica que se vive en México en materia de derechos humanos.
José Antonio Lara, abogado de dicho Centro, insistió en que estas manifestaciones, que forman parte de la ruta a seguir en la campaña denominada “La Rebelión de los Nadie”, son necesarias como mecanismo para afrontar la “cerrazón que tiene el gobierno del Alfredo del Mazo para hacer cumplir los beneficios de la Ley de Amnistía aprobada en enero pasado, de manera particular una parte del Poder Judicial mexiquense”.
Hasta el momento, al menos en 25 casos la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) ha advertido la existencia de violaciones que darían pie al beneficio, pero en ningún caso se ha liberado a las personas privadas de su libertad.