De acuerdo con el Índice Nacional de Monitoreo de Derechos Humanos de las Personas Privadas de la Libertad, el Estado de México con un índice de 0.63, es la entidad con las peores condiciones carcelarias a nivel nacional, y es es de las ocho dimensiones que considera este índice: tortura y malos tratos, condiciones dignas, corrupción, hacinamiento, gobernabilidad, derechos humanos, financiamiento y personal, solo en las dos últimas presenta índices comparativamente favorables.
Actualmente al interior de los penales mexiquenses, 32 reclusos habitan cada celda además, en promedio se encuentra un excedente de 24 reclusos, por lo tanto existe una sobrepoblación del 300% en cada una.
Además de acuerdo a dicho monitoreo, el cual fue dado a conocer por el Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrilleros, el 40 por ciento de las Personas Privadas de la Libertad no cuentan con sentencia.
Dicho Centro, también se encargó de encuestar a 59 familias de internos, de este número, el 30% denunció que su PPL no cuenta con disponibilidad de cama.
En tanto un 71 por ciento, manifestó que su familiar recluido no tiene acceso a agua potable.
El porcentaje más alto de denuncia con un 88 por ciento fue por una alimentación inadecuada.