Algunos productos como saborizantes, fármacos, antimicrobianos, anticancerígenos o aditivos en alimentos que proporcionan beneficios a la salud provienen del cultivo de tejidos vegetales, es decir, a partir de condiciones artificiales y procesos controlados, sostuvo el investigador de la Facultad de Química de la UAEM, Juan Orozco Villafuerte.
El experto detalló que el cultivo de tejidos, conocido también como cultivo in vitro, es una técnica cada vez más empleada frente a la creciente demanda de productos naturales, pero que también brindan excelentes oportunidades para el desarrollo de diversas aplicaciones prácticas.
El integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) precisó que el cultivo de tejidos vegetales consiste en aislar cualquier porción de la planta para sembrarla en un medio de cultivo artificial que es controlado con luz y temperatura adecuadas, pero también se esteriliza para eliminar plagas, hongos y bacterias, a fin de que se produzca una nueva planta.
Asimismo, por su cualidad totipotencial, que permite que cualquier célula vegetal genere un individuo completo, cualquier planta puede ser sometida a técnicas de cultivo, señaló el académico universitario.
Abundó que algunas de las aplicaciones del cultivo de tejidos son la rápida propagación y mejoramiento genético de plantas, salvar a especies de plantas en peligro de extinción resultado de la explotación de los recursos naturales, así como en estudios de biorremediación, entre otros usos, que generan nuevos conocimientos.
Entre los beneficios del cultivo in vitro destaca que el periodo de germinación de una planta se acorta a la mitad e incluso, en una cuarta parte del tiempo que tarda un cultivo tradicional. La capacidad de cultivar células individuales permite manipular y obtener compuestos de interés con mayor rapidez y facilidad, concluyó Juan Orozco Villafuerte.