Para que las madres de familia universitarias continúen con sus estudios sin descuidar a sus pequeños, las 65 universidades públicas del Gobierno del Estado de México ya cuentan con un Lactario dentro de sus instalaciones.
El Gobernador Alfredo Del Mazo Maza refirió que estos espacios tienen como propósito que las estudiantes puedan alimentar a sus pequeños o extraer la leche materna, guardarla y, posteriormente, dársela a sus hijos en un lugar digno, limpio, donde cuentan con la privacidad que se requiere.
Por ello, los 15 Tecnológicos de Estudios Superiores, seis Universidades Tecnológicas, nueve Politécnicas, dos estatales, la Universidad Intercultural, la Universidad Digital, la Universidad Mexiquense del Bicentenario y 30 Unidades de Estudios Superiores, han acondicionado un espacio apropiado para que sus estudiantes puedan disfrutar, a la par de la vida académica, la maternidad.
Al respecto, Libni Cástulo Eligio, estudiante de primer cuatrimestre de la Ingeniería en Nanotecnología de la Universidad Tecnológica de Zinacantepec y usuaria del lactario, detalló que desde que asistió para pedir informes acerca de la institución le comentaron que la escuela contaba con un Lactario para que ella pudiera cuidar de su pequeño entre clases o cada vez que tuviera que amamantarlo.
“Fue una buena idea que pusieran el Lactario porque así tenemos más oportunidades, ya no estamos preocupadas porque estamos en la escuela y los bebés están solos, entonces de esta manera podemos ver a los bebés al mismo tiempo de estudiar”, refirió Libni.
Asimismo, exhortó a sus compañeras a no truncar sus estudios pensando que los hijos son un impedimento, “la verdad sí es difícil, no les voy a decir que no, porque sí es difícil, pero pues ellos son nuestro motor para seguir adelante, entonces si tenemos un bebé debemos seguir estudiando porque sin estudio es un poco difícil”, indicó.
De igual manera, Ana Karen Vázquez Ramírez, docente de Informática de la institución hizo referencia al reto que implica conjugar la maternidad con la vida laboral.
“Sí me dio miedo, pensé que iba a dejar de trabajar, la verdad, porque, pues, si piensas en todo, ¿quién te lo va a cuidar?, ¿con quién se va a quedar?, ¿quién le va a dar de comer?, pero la verdad creo que la Universidad nos da una gran oportunidad al tener este Lactario para poder seguir trabajando”.