Desde tempranas horas las iglesias comenzaron a tener visitantes, este miércoles arranco la cuaresma y con ello el recordatorio de que la fe debe estar presente en la vida de todo fiel católico todos los días, los actos de contrición y arrepentimiento, deben estar marcados por la devoción hacia la Sagrada Trinidad, y hoy, la cruz de cenizas en su frente es muestra de ello.
No importó el frío matutino, tampoco el calor de mediodía, la Champions League, el fin de quincena; la fe, va primero y por ello, acudieron a celebrar el Miércoles de Ceniza.
“Nunca falto, empezamos a contar 40 días para el Domingo de Ramos, recordamos la vida de nuestro señor Jesucristo y tratamos de enmendar nuestros errores”, comentó doña Leonor, quien pese a sus dificultades para caminar, llegó puntual a la misa.
Para los católicos, la Cuaresma es uno de los tiempos más importantes a nivel litúrgico, porque “representa un reconocimiento de lo que somos como hombres, limitados y pequeños, polvo somos y en polvo nos convertiremos”.
Con cenizas tras quemar los ramos de olivo y las palmas bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior, a los fieles creyentes se les coloca una cruz.
Tras la misa, los católicos se forman para llegar al altar, recibir la ceniza y escuchar “Acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás” o “Conviértete y cree en el Evangelio”.
Además, es un día de ayuno y abstinencia obligatoria, al igual que el Viernes Santo, para los mayores de 18 años y los menores de 60.
Con fe, hubo quienes ofrecieron dejar la bebida está Cuaresma, otros que prometieron ayudar más a los pobres, lo que es cierto, es que comenzó una de las fiestas católicas más significativas y que señala el comienzo de un recuerdo colectivo de la vida de uno de los personajes históricos más conocidos, Jesús de Nazaret.