Los tendederos del acoso tienen ya las primeras consecuencias, pues esta mañana se oficializó la salida del cuerpo docente de la Universidad Autónoma del Estado de México de Miguel Ángel Pérez Villalva, quien era profesor de la Preparatoria 1, esto luego de que su nombre se exhibiera de manera reiterada.
Otros tres profesores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales fueron suspendidos porque las denuncias en su contra son graves y reiterativas.
En ese sentido, Raúl Ortiz, abogado General de la UAEM, reconoció que la legislación universitaria lo faculta para investigar de oficio los casos más graves, por lo que se tomaron esta serie de decisiones, aunque el número de profesores investigados podría aumentar ya que se están analizando las denuncias de los 19 tendederos que se han colocado a la fecha en un número igual de espacios universitarios.
"Hay varios pronunciamientos en contra de profesores, se puede actuar de oficio si las faltas se consideran graves y reiterativas, si el caso no se considera como grave o no es reiterado, entonces sí necesitamos la denuncia formal".
En el caso de Miguel Ángel, señaló que las declaraciones que hizo a sus alumnos en un salón de clases fueron definitorias en el caso ya que fueron tomadas como flagrancia.
"Por instrucciones del rector y analizando los elementos de prueba que teníamos, se tomó la decisión de pedirle su renuncia, en ese sentido se actuó de inmediato, ha sido contundente, el profesor ya no forma parte de la comunidad universitaria, él tenía un procedimiento de responsabilidad instaurado".
El video, dijo, es uno de los elementos para su despido, sin embargo, continúa el proceso de responsabilidad que hay en su contra y que quedará como registro histórico.
"Sus derechos están salvaguardados, es un tema que viene establecido en el contrato colectivo de trabajo y también respaldado por la Ley Laboral son derechos que todo mexicano tiene".
En total se han recibido de manera formal 23 denuncias. La presencia de la oficina del Abogado General de la UAEM permanecerá en los distintos espacios donde se han colocado los tendederos del acoso.