Como una medida que pretende disminuir la comisión de delitos a bordo del transporte público, el grupo parlamentario del Partido del Trabajo (PT) propuso reformar el Código Administrativo del Estado de México para prohibir los vidrios polarizados en sus unidades.
La iniciativa de la diputada Silvia Barberena destaca que esta medida ya aplica para los autos particulares, y ahora se busca ampliar la disposición también para los vehículos dedicados al servicio del transporte público, en busca de minimizar la inseguridad.
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La petista manifestó que ante la creciente ola de delitos cometidos en el transporte público, es necesario que concesionarios y permisionarios del sector se abstengan de instalar en las unidades de servicio vidrios polarizados, oscurecidos o aditamentos que obstruyan la visibilidad del conductor al interior del vehículo.
La excepción serán los cristales ahumados que ya cuando vengan instalados de fábrica, de acuerdo con las normas o disposiciones reglamentarias expedidas por la autoridad federal y estatal correspondiente.
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Para la petista, existe la necesidad imperiosa de evitar que el transporte público circule y oferte sus servicios con vidrios polarizados, ya que es necesario que tenga visibilidad para erradicar las condiciones que permitan actos delictivos dentro de las unidades.
La iniciativa remitida a la Comisión de Comunicaciones y Transportes para su análisis y dictamen destaca que, aun cuando se ha logrado avanzar en la renovación del parque vehicular de microbuses y taxis, lo que en algunos casos ha ayudado a mitigar riesgos de inseguridad, no se ha podido avanzar como se quisiera en el cumplimiento de las normas de seguridad y de reglamentación vial.
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Lo anterior porque, si bien el Código Administrativo del Estado de México prohíbe el uso de vidrios polarizados u oscurecidos en vehículos particulares, omite la medida en el caso de automotores que prestan el servicio público, lugares en donde ocurre un porcentaje importante de ilícitos como el robo.