Aún cuando el Gobierno del Estado de México ha tomado medidas preventivas, como el cierre de negocios a las cinco de la tarde, para disminuir los contagios de COVID-19, en la zona de la Terminal, las actividades permanecen iguales desde hace meses, principalmente por parte de vendedores ambulantes.
A este sector de la población parece no importarle el incremento de contagios, toda vez que un promedio de treinta comerciantes se instalan todos los días afuera de la clínica 220 del Instituto Mexicano del Seguro Social, la cual hasta el momento reporta 100% de ocupación en sus áreas COVID.
En las banquetas se pueden ver toda clase de productos: ropa, calzado, alimentos, muebles y electrónicos.
Por años, peatones y derechohabientes del IMSS han mostrado su inconformidad ante la situación; y es que el ambulantaje se apropia de las banquetas impidiendo el paso.
"Vea nada más el cotorreo que se traen aquí. No dejan pasar; les reclaman y se ponen agresivos. Ahora, con esto de la pandemia son un foco de infección", refiere Fernando, derechohabiente del IMSS.
Algunos ciudadanos le han pedido al resto de la población que no consuma lo que se oferta en las calles de manera informal, ya que esto sólo genera aglomeraciones de personas.
"El llamado también es para quienes compran, ya que de otra manera estos comerciantes no estarían aquí. He visto a quienes vienen caminando y se detienen a comprar la sudadera, la playera, hasta el taco", señaló Carmen, ama de casa.
Toluca reportó hasta ayer domingo 9 477 casos positivos de COVID-19 y 1 067 defunciones, mientras que el sábado se habían registrado 9 467, es decir, que en un día hubo un incremento de 10 casos.