El Ayuntamiento de Toluca prevé que su pérdida presupuestal será de 1 500 millones de pesos o más, como resultado de las políticas de austeridad y del descenso en recaudaciones de hasta un 90% desde marzo, debido a la emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19.
A pesar de esto, el presidente municipal Juan Rodolfo Sánchez Gómez resaltó que el desempeño de su administración no se verá afectado, pues están garantizados los servicios básicos, seguridad, programas sociales y obra pública, así como el pago a proveedores; temas que son prioritarios.
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Recordó que se tenía previsto un presupuesto de poco más de 5 mil millones de pesos para este 2020, pero así como otros sectores, el gobierno municipal enfrenta “las limitaciones económicas que hoy se viven”. Para afrontarlo, enfatizó que siguen profundizando políticas de austeridad con la contención del gasto público.
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Además del ajuste presupuestal a partir del recorte de servidores públicos, el Ayuntamiento de Toluca aplicó un descuento de 18% en las prestaciones de servidores públicos de primer nivel y de 12% a los de segundo nivel. El alcalde aseguró, además, que desde hace meses no hace efectiva ninguna de sus prestaciones, es decir, no recibe ningún ingreso por su labor al frente de la administración.
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Además, enfatizó que en su gobierno se han anulado todos los gastos onerosos, como pagos de alimentación, cenas, telefonía celular y “cualquier tipo de lujo”, los cuales ahora corren por cuenta de cada funcionario o servidor público.
La caída del presupuesto se ha resentido en todas las áreas, por lo que recientemente el Ayuntamiento de Toluca aprobó acceder al Fondo de Estabilidad de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) para cumplir con sus obligaciones, como el pago de nómina a sus trabajadores.