En el Estado de México se estima que trabajan más de 273 mil menores de edad, por lo que la diputada sin partido Mónica Granillo propuso reformar la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y la Ley de Educación, ambas de la entidad, para establecer la prohibición del trabajo infantil.
La autora de la iniciativa planteó que la intención es, además, reforzar mediante la educación la necesidad de erradicar éstas prácticas.
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La legisladora indicó que aún cuando la normatividad ya establece restricciones específicas para el empleo de menores, aún prevalecen condiciones infrahumanas, especialmente en zonas en donde la pobreza es un factor determinante y los niños trabajan por su supervivencia y la de sus familias.
Además, lamentó, en muchos casos adultos sin escrúpulos se aprovechan de la vulnerabilidad de los menores y los explotan.
Por eso, la reforma dispone que los infantes con y sin discapacidad gozan del derecho a la protección contra el trabajo infantil, por lo que las autoridades estatales y municipales deberán velar para que nadie obtenga un beneficio económico, por medio de su explotación laboral en calles, avenidas, ejes viales, espacios públicos, recintos privados o cualquier vía de circulación.
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También plantea que se deben impulsar programas de formación e información para padres y madres de familia, cuidadores y tutores, con el objetivo de concientizarlos sobre el impacto del trabajo infantil y la reflexión sobre una mayor retribución a largo plazo al permitirles estudiar en lugar de hacerlos trabajar.
La iniciativa define el trabajo infantil como aquél que priva a los niños de su potencial y su dignidad, y que es perjudicial mental, física, social o moralmente, ya sea por su naturaleza o por las condiciones en las que se realiza e interfiere con su escolarización o trunca su pleno desarrollo.
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Además, enlista entre las peores formas de trabajo infantil las actividades que someten a las niñas, niños y adolescentes a la explotación por parte de adultos y que ocasiona daño inminente e irreversible en su desarrollo físico, mental, emocional y moral.
La propuesta fue turnada a las comisiones de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología y Especial de los Derechos de las Niñas, Niños, Adolescentes y Primera Infancia, para que en ellas sea analizada y dictaminada.