Durante la temporada invernal, en la que comúnmente incrementan las enfermedades respiratorias, es común que la población se automedique para contrarrestar los síntomas que presenta, esto con fármacos de libre venta; sin embargo, dicha práctica, representa un peligro para la salud, puesto que podría agravarse la enfermedad presentada.
“El principal riesgo es enmascarar los síntomas reales de la enfermedad, que puede derivar en un mal diagnóstico o en un agravamiento del padecimiento”, expresó el doctor Ángel Alberto Bernal Gutiérrez, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el Estado de México.
A lo largo de la emergencia sanitaria por COVID-19, el riesgo de enmascarar los síntomas de la enfermedad y no tener el tratamiento adecuado de manera oportuna es mayor, además, de ser factor de propagación de contagios; por ello, el médico Bernal enfatizó la importancia de la valoración médica profesional.
Además, explicó que, los medicamentos son procesados a través del hígado y una dosis incorrecta podría generar problemas hepáticos irreversibles. Para los pacientes con alguna enfermedad crónica el riesgo aumenta, dado que el medicamento auto recetado puede interferir en el tratamiento y traer complicaciones.
“Por ejemplo, en un paciente con hipertensión, el uso de antigripales debe ser supervisado porque pueden incrementar la tensión arterial y causar una descompensación”, mencionó.
Finalmente, argumentó que la administración de antibióticos, sin requerirse, crea una resistencia bacteriana que interfiere con los mecanismos de defensa pulmonares, “lo que provoca un cúmulo de secreciones y con ello predispone al organismo a complicaciones”.