La reactivación económica en medio de la emergencia sanitaria por COVID-19 supone una actitud positiva y optimista para el sector privado en el Estado de México, pues, a pesar de las limitantes que aún marca el semáforo de riesgo epidemiológico en naranja, resulta alentador, luego de una parálisis total; aunque, en la realidad, los números aún son desalentadores.
Gilberto Sauza Martínez, presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México (Concaem) recordó que la recuperación es lenta y aún mínima, pues de 60 mil empleos formales perdidos en la entidad, apenas se han recuperado poco más de 7 mil puestos de trabajo afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS): “No son número alentadores con esta reactivación”, enfatizó.
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La industria mexiquense presentó, como todos los sectores, afectaciones importantes, pero fue la que menos impacto sufrió, a diferencia del gremio de comercios, servicios y turismo. Por ello, se podría hablar de que es la que más rápido va avanzando en su recuperación.
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Muchas industrias recurrieron al recorte de turnos, disminución de jornadas o salarios para mantener su plantilla laboral; algunas ya regresaron al cien por ciento y otras continúan con ajustes, pues debido a la pandemia, hicieron más eficaces sus procesos de producción: “Con menos recursos, están haciendo más”.
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“Con los servicios, aún estamos a la espera de que se reactiven al cien por ciento; igual con el comercio. Los gimnasios apenas se van reactivando; bares, sabemos, siguen cerrados; sectores turísticos, igual, son los que más se han visto dañados”, expresó Sauza Martínez.
Lamentablemente, consideró, el cierre de año será aún complejo, con la caída del PIB por encima del 10% y una inflación superior a los 4 puntos porcentuales. En cuanto a la recuperación de empleos, estima que no se llegará ni a los 250 mil nuevos empleos a nivel nacional; y en la entidad, con el recorte de secretarías, se verán más afectadas las cifras.