El pasado viernes 5 de abril, un grupo de investigadores encontró la escalofriante cantidad de 532 cadáveres pertenecientes a pingüinos que habitan en la Antártida, de los cuales 172 eran ejemplares adultos.
Tras el hallazgo, los expertos de la Universidad de la Federación de Australia emitieron un comunicado, donde explican que el responsable de estas muertes podría ser la influenza aviar del subtipo H5.
“Este elevado número, así como la detección de tantos cadáveres de pingüinos adultos, sugiere que aquí se produjo un evento de mortalidad inusual”, se lee en el boletín.
“Si bien la influenza aviar del subtipo H5 puede ser la causa de las decesos, todavía se deben analizar tejidos de los cuerpos infectados para comprender cómo el virus causa la enfermedad y posteriormente la muerte”, continúa.
Vale la pena mencionar que estudios previos en diferentes zonas de la Antártida, como lo son la Península de la Trinidad y el Mar de Weddell del Norte, aseguran que por el momento las escúas, primas de las gaviotas, son el tipo de ave más afectado a causa de dicho padecimiento, y los altos niveles de mortalidad registrados traerían consigo importantes consecuencias a largo plazo para su conservación.