La zona crepuscular de los océanos es aquella que provoca que la mayor parte de nuestro planeta permanezca como un enigma. Ir hacia las profundidades no es nada sencillo, pero, por lo que sabemos, allá abajo la Tierra tiene “otra cara”.
Y es que las formas de vida que habitan en estas regiones resultan verdaderamente únicas, a tal punto que no se asemejan en casi nada a los organismos ya conocidos; por ejemplo, los tiburones blancos.
Sin embargo, tal parece que poco a poco uno de los grandes depredadores marinos está acoplándose a la fauna de la zona crepuscular, desconcertando a decenas de expertos.
De acuerdo con un nuevo estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, grupos de Carcharodon carcharias han sido avistados a profundidades de más de mil metros sin motivo aparente. Lo anterior resulta por demás extraño, puesto que dichas extensiones submarinas se encuentran demasiado distantes del área en la cual los tiburones blancos cazan a sus presas.
Al respecto, una hipótesis derivada del líder de los investigadores, Camrin Braun, sostiene que, efectivamente, puede existir algún tipo de alimento que estos animales sólo hallan en la zona crepuscular.
“Está claro que hay buenas razones para que esta especie se sumerja en las profundidades. De lo contrario, ¿por qué lo harían?”, cuestionó el también miembro de la Institución Oceanográfica Woods Hole, en Estados Unidos.