De acuerdo con una nueva investigación, 15 de 23 monos con chips cerebrales que han formado parte del programa “Neuralink”, de Elon Musk, murieron dentro de la Universidad de Californa Davis, Estados Unidos, entre los años 2017 y 2020.
Esta información fue revelada por el Comité de Médicos por la Medicina Responsable, un grupo que defiende los derechos de los animales en aquel país, el cual se dio a la tarea de revisar poco más de 700 documentos, registros veterinarios e informes de necropsias.
Cabe recordar que “Neuralink” fue fundado en 2016 con el objetivo de ayudar a las personas a recuperarse de lesiones traumáticas del cerebro y la médula espinal, además de curar la depresión y otros trastornos relacionados con la salud mental.
Sin embargo, también existe evidencia de que este proyecto busca “conectar” humanos a internet. De hecho, la empresa del reconocido emprendedor sudafricano ha presumido sus éxitos en varias ocasiones, como la vez en que publicaron un video donde un macaco juega el videojuego Pong con su mente.
Con respecto a realizar pruebas de los chips cerebrales en humanos, Musk señaló que éstas se llevarían a cabo en 2021; no obstante, se retrasaron para 2022. ¿La razón? Según el Comité de Médicos por la Medicina Responsable, los chips no están del todo desarrollados.
“La mayoría de los monos a los que se les colocaron implantes en la cabeza sufrieron efectos de salud bastante debilitantes. `Neuralink´ está mutilando y matando a estos pobres animales”, señaló Jeremy Beckham, director de defensa de la investigación del Comité de Médicos.
Al respecto, Beckham explicó que la organización ya presentó una denuncia formal ante el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, acusando a “Neuralink” de nueve violaciones a la Ley de Bienestar Animal.
Por su parte, tanto Musk como los encargados del programa aún no se han proclamado al respecto de esta situación.