La fauna de Chaotun, un municipio localizado en los alrededores de la región montañosa del centro de Taiwán, tiene una nueva especie. Ésta fue descubierta luego de que un granjero de la localidad compartiera una fotografía en redes sociales de lo que parecía ser un sapo común y corriente, sin saber que se trataba de una de las 100 especies catalogadas como “exóticas invasoras más dañinas del mundo”, según la Unión Internacional para la Naturaleza (UICN).
De inmediato, la imagen llegó a manos de Yang Yi-ju, experta de la Universidad Dong Hwa, quien a su vez alertó a la Sociedad para la Conservación de Anfibios de Taiwán, la cual puso en marcha un protocolo de emergencia donde un equipo de voluntarios se trasladó al lugar para iniciar una cacería en busca de más ejemplares.
Tras varios días de búsqueda y análisis, la Sociedad determinó que se trataba de un sapo gigante (Rhinella marina), que es nativo de América y se distribuye desde el norte de México hasta la Amazonia Central. Estos anfibios se caracterizan por su gran tamaño y su piel llena de verrugas irregulares con tonalidades que van desde el verde opaco al negro, pasando por el marrón.
Cuando se siente amenazado, el anfibio segrega veneno a través de las glándulas parótidas ubicadas detrás de sus ojos. La bufotoxina liberada por los sapos gigantes resulta peligrosa en áreas pobladas, especialmente en perros, que pueden morir luego de lamer o morder a un individuo de la especie.
El hallazgo de ejemplares jóvenes, un indicador clave de que la especie se está reproduciendo rápidamente, aumentó la preocupación de Yang Yi-Ju, quien es la encargada de organizar cuadrillas que trabajan en polígonos de búsqueda de 200 por 200 metros.
Una de las principales hipótesis para explicar la llegada de los sapos gigantes a este país asiático se encuentra relacionada con la reciente prohibición del anfibio como mascota. La legislación, que entró en vigor en 2016, podría haber provocado su escape o bien, su abandono intencionado por parte de vendedores y dueños.
Aunque se tiene registro de que el sapo gigante habita en Australia, Filipinas, Papúa Nueva Guinea y Japón, esta es la primera vez que la especie es avistada dentro de territorio taiwanés.