El avión Cessna 206, operado por la compañía vialine Charter's, desapareció de los radares el pasado 1 de mayo por una supuesta falla en el motor cuando volaba entre Araracuara, una remota localidad ubicada en la frontera entre los departamentos de Caquetá y Amazonas, y San José del Guaviare, capital del departamento de Guaviare.
Aunado a ello, el INPE reveló que el área deforestada en la parte brasileña de la mayor selva tropical del mundo en los primeros cuatro meses de 2023 fue de 1,173 kilómetros cuadrados, registrando una reducción del 40.4% con respecto al del mismo periodo del año pasado (1,968 kilómetros cuadrados).
Bajo el nombre de “Sentinel-1 for Science: Amazonas”, la presente iniciativa advierte que los ecosistemas forestales del denominado pulmón del mundo están experimentando rápidamente los efectos del cambio climático, por lo que cada vez es más urgente llevar a cabo una vigilancia forestal oportuna.
La cifra, destinada a apoyar el Fondo Amazonia, podría permitir la aplicación de los recursos durante los primeros 100 días del mandato de Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió el poder el pasado 1 de enero.
Para esta ocasión, las comunidades indígenas locales serán las encargadas de plantar y posteriormente cuidar los ejemplares sembrados en la región de Porto Extrema.
Distintos medios locales reportaron que 7 de los 8 magistrados coincidieron en que la interrupción del funcionamiento de esta herramienta es inconstitucional, y que las autoridades brasileñas tienen la obligación de reactivarla pese a la negativa del presidente Jair Bolsonaro.
Septiembre ya se había anunciado como un mes crítico en materia de incendios, al registrar 18 mil 374 focos en apenas una semana, casi 10 por ciento más que en todo el mismo mes de 2021.
Según datos emitidos por el sistema de alarmas del Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (INPE), únicamente en junio fueron registrados 2 mil 562 focos de calor en la selva, un 11% más que los que se vieron en el mismo mes de 2021 y la mayor cantidad para el periodo en los últimos 15 años.
Para darnos una idea de la situación, esta cifra equivale a mil 389 campos de fútbol destruidos.
Es el tercer aumento anual bajo el gobierno de Bolsonaro, en un momento en que busca combatir las críticas internacionales que lo responsabilizan de promover estas alzas con políticas que debilitaron la fiscalización en el bioma y su discurso favorable a las actividades extractivas en áreas protegidas.
