Estas diminutas ranas, que seguramente has visto más de una vez en los documentales, reciben este nombre porque numerosas tribus las utilizan para impregnar las puntas de sus flechas con el veneno de su piel, altamente tóxico, para cazar. Habitan en las selvas tropicales y se conocen más de 100 especies diferentes. Entre los países donde hay ranas punta de flecha están: Ecuador, Perú, Colombia, Bolivia, Nicaragua, Panamá y Costa Rica.
Su veneno suele ser una toxina (batatrotoxina) que tienen en la piel, y que consiguen, según la teoría más apoyada, al comer algunos insectos que la poseen, especialmente un escarabajo (Melyridae choresine).
Sus colores vistosos alertan de que son venenosas y tienen pocos depredadores. Se conocen 2 especies de pájaros que se las comen y una serpiente (Leimadophisepinephelus) que también es inmune a su veneno.
Son de hábitos diurnos. Algunas son capaces de matar a una persona y entre ellas se encuentra uno de los animales más venenosos del planeta, la ranita Phyllobates terribilis, cuyo veneno es tan potente que 1 sólo gramo puede matar a más de 5.000.