Esta semana, Panamá ha dado un paso gigante en busca de proteger sus mares. El país centroamericano, rico en biodiversidad, pero uno de los más amenazados por el cambio climático, ha creado una reserva marina en sus aguas del Pacífico con una extensión de 67.442 kilómetros cuadrados, es decir, un área casi tan grande como su superficie terrestre (75.517 kilómetros cuadrados).
La reserva marina está localizada en la llamada Cordillera de Coiba, un amplio espacio rico en recursos pesqueros, pero también un importante punto de encuentro de especies marinas que hallan dentro de la región abundantes alimentos.
Junto con las reservas marinas de Colombia, el área protegida se amplía a un total de 121.341 kilómetros cuadrados, lo que la convierte en la tercera reserva de este tipo más grande del Pacífico tropical.
“Estamos muy contentos. Todo el pueblo panameño está muy entusiasmado en haber creado esta reserva”, señaló Milciades Concepción, ministro de Ambiente del país centroamericano.
De esta manera, Panamá cumple con las metas de protección establecidas en el Convenio sobre la Diversidad Biológica, el cual fue firmado por 196 países y tiene como objetivo la conservación y la utilización sostenible de recursos marinos.