Convertida en leyenda por la película “El silencio de los inocentes”, y popularizada como anuncio de fatalidad, la Acherontia atropos, mejor conocida como la polilla de la muerte, tiene una reputación macabra.
Sin embargo, su característica más “escalofriante” es su chirrido, el cual resulta ser bastante curioso y hasta gracioso.
Según expertos en insectos, muchos de ellos hacen sus ruidos frotando extremidades como alas y patas. No obstante, aquellos ruidos producidos de manera interna son mucho más raros, y sólo unos cuantos miembros de la familia de los esfíngidos emiten chirridos.
De hecho, hasta hace poco nadie se explicaba cómo era que la “esfinge de la calavera”, llamada así por el patrón de cráneo y huesos cruzados que lleva en la cabeza, producía su característico sonido.
Pero un equipo de científicos de la Universidad Friederich Schiller de Jena, Alemania, se dio a la tarea de grabar el funcionamiento del sistema de sonido interno de la polilla de la muerte, revelando que se trata de un mecanismo, semejante a un acordeón, conformado por dos etapas de movimientos rápidos.
En la primera de ellas, explican, el lepidóptero succiona aire, lo que ocasiona que una membrana situada entre la boca y el cuello, llamada epifaringe, vibre rápidamente. Luego, ésta expulsa el aire con la membrana abierta y así emite el segundo sonido.
“En esencia, el sistema de sonido de la Acherontia atropos es como un acordeón, con inflación y deflación de aire”, explica Gunnar Brehm, zoólogo del instituto alemán.
“La membrana y sus movimientos de acordeón son increíblemente rápidos, de modo que cada inflación y deflación ocurre apenas en un quinto de segundo”, agrega.
Sin embargo, a pesar de todo lo anterior, nadie sabe a ciencia cierta por qué las polillas de la muerte emiten dicho sonido.
Una de las teorías más populares indica que estos insectos chirrían para confundir a sus depredadores y ganar tiempo para escapar. Mientras que otras hipótesis apuntan a que el ruido está relacionado con su hábito de consumir miel, ya que éste suele imitar el pitido que emite una abeja reina durante los ataques de polillas para anunciar a las obreras que dejen de moverse o se paralicen.