Una expedición liderada por la organización Sea Shepherd, en colaboración con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), detectó lo que aparentemente sería una nueva especie de ballena picuda en aguas mexicanas, específicamente a más de 160 kilómetros de las Islas San Benito, ubicadas frente a las costas de la península de Baja California.
“Vimos algo nuevo, algo que no se esperaba en esta área, que no coincidía ni visual ni acústicamente con todo lo que se sabe que existe. Simplemente siento escalofríos por toda mi columna vertebral cuando creo que podríamos haber logrado lo que la mayoría de la gente diría que es realmente imposible: encontrar a un mamífero que existe en esta tierra y que es totalmente desconocido para la ciencia”, dijo el doctor Jay Barlow.
El descubrimiento se originó cuando el grupo de científicos se disponía a identificar y observar a unos ejemplares de la especie ballena picuda, asociada mediante una señal acústica no identificada, previamente registrada en el área.
De esta manera, el pasado 17 de noviembre, a bordo del barco “Martin Sheen” de Sea Shepherd, lograron avistar a tres ballenas emergiendo en aguas cercanas. Capturaron fotografías y videograbaciones de los animales y desplegaron un micrófono submarino especializado para registrar las señales acústicas emitidas por estos mamíferos marinos.
Al igual que el resto de cetáceos, estos especímenes emiten distintas señales acústicas de ecolocalización bajo el agua; unos sonidos únicos para cada especie, que permiten identificar de manera confiable a los distintos tipos de ballenas picudas.
Sin embargo, los científicos se llevaron una grata sorpresa al descubrir y confirmar que una de las señales emitidas no pertenecía a ninguna de las 23 especies conocidas de las también llamadas mesoplodon perrini.
“El animal documentado en esta expedición es una ballena picuda, pero este ejemplar no es un ejemplar normal. La señal acústica emitida por la especie es totalmente desconocida para la ciencia”, informaron.
De esta forma, los investigadores se mostraron seguros de que las evidencias fotográficas y acústicas revelan la presencia de una especie de ballena completamente nueva. El muestreo genético ambiental realizado al momento del avistamiento se encuentra actualmente bajo análisis y se espera que en los próximos días se confirme la existencia de esta nueva especie.